En las calles de la gran cuidad deambulaba, Robusto el Perro se llamaba.
Todo el mundo lo admiraba. Y en la noche con mil saludos se acostaba.
A perritas que el le hablaba. Enamoradas ellas quedaban.
El… Robusto el Perro se llamaba.
Su padre desconocido estaba, ya que su Madre con ligera vida Caminaba.
Pero por la personalidad de Robusto, Kiltrofer el Vago, la lista encabezaba.
Kiltrofer, quien sin un hueso en sus Bolsillos el andaba, De igual forma los Canes a el respetaban.
De pocas palabras y fuertes miradasPor las calles de aquella cuidad el transitaba
A Robusto un día. El amor su corazón toco. Y de la mascota del alcalde se enamoro.
En la puerta de aquella mansión el esperaba A que la princesa su rostro asomara.
Aquel visitante al alcalde no le gustaba, Así que sus matones mando a que lo desalojaran.
Pero robusto el perro si cansancio insistió, Y la paciencia del jerarca agoto.
Una noche mientras Robusto caminaba, Un auto sus pasos vigilaba.
Cuando el perro la maquina enfrento, Esta acelero y de un atropello lo Mato.
FIN.
(Si alguna vez aullidos de perros por la noche tus oídos escucharon,No es que un temblor se avecinara, ni el Pata de Cabra, su cola meneaba.Son llantos en recuerdo… para Robusto el Perro, el “Ser” que ellos respetaban)
domingo, 12 de octubre de 2008
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